Algunas veces escogemos un destino por el alojamiento. Pero la mayoría de las ocasiones tenemos antes claro el lugar al que queremos viajar y luego en una segunda instancia escogemos el hotel. Hay muchos factores que entran en juego a la hora de tomar esta decisión. Aquí enumeramos alguno de ellos:
- Tamaño: En función de si lo que se prefiere es algo pequeño e íntimo o un hotel grande y con más prestaciones.
- Pet Friendly: Para los que tienen mascotas y quieren que les acompañen durante las vacaciones.
- Kid Friendly o Adults Only : Si lo que se quiere es poder disfrutar con los niños de la casa o si se busca tranquilidad y relajación.
- Precio y ofertas.
- Hotel con actividades. ¿Sí o no? Esta decisión dependerá también de varios factores como el tiempo que hayas tenido para preparar el viaje previamente, si es una escapada con niños o sin ellos y sobre todo la ubicación del hotel.
¡Te explicamos sus ventajas!
- Si es un alojamiento que no está en una zona urbana y cerca de opciones de ocio, el hecho de que el propio hotel ofrezca alternativas hace que la estancia sea más dinámica y divertida, sin necesidad de moverse
- Participar en las propuestas del hotel hace que sea muy sencillo conocer a otras familias con niños; así los peques harán amigos y se divertirán.
- Las familias pueden participar y pasar tiempo juntos de calidad, viviendo aventuras y anécdotas que recordar durante todo el año.
- Los papis pueden tener momentos de tranquilidad mientras los niños realizan las actividades infantiles, sabiendo que están en buenas manos.
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